viernes, 8 de enero de 2010


A veces la naturaleza de una persona puede verse reflejada en los actos más cotidianos de la vida diaria. ¿A veces? Paparruchas, siempre. El caso es que, en ocasiones podemos dictar sentencia sobre los comportamientos de otros que quizás, son, aunque de otra manera, igual a los nuestros. La culpa sin duda es de la subjetividad, los datos cualitativos y el cliché de lo cotidiano.

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